Le Cigogne

Parc Zoologique de Paris, avenue de Saint-Maurice - 75012 Paris

27 de febrero de 2007

Estimada Cigüeña.

No sabemos por qué no le hemos escrito antes. Pasamos por nueve intentos de búsqueda de un bebé, sumamos frustraciones, ilusión y desilusión cada 15 días, hemos marcado nuestra cotidianeidad durante un año según los ciclos menstruales, las pastillas de ácido fólico, las inseminaciones y los monitoreos ovulatorios en su búsqueda; y recién ahora tomamos conciencia de que no le habíamos enviado el pedido formal correspondiente. (Tenga a bien leer nuestra solicitud y comprender que, pese a la demora, esperamos no sea tarde)
Pues bien: deseamos que nos envíe un bebé (entendemos que no hay mucho más que detallar no?). No tenemos pretensiones, creemos que en esto no las hay. Que venga nomás, que lo estamos esperando hace rato, y pensándolo ya ni nos acordamos hace cuánto. Seguramente tenga muchos otros pedidos, algunos más improvisados que otros y, tal vez éste, frente a todos aquellos, pase desapercibido pero es que ya tenemos ganas de que el cuarto de la casa que lo recibirá tome alguna forma y deje de ser el lugar de la ropa lista para doblar. No crea que ése es el único motivo que nos apremia. Para nada. Básicamente sucede que hemos cultivado entre nosotras tanto amor (ah no le mencionamos el detalle: no es que las inseminaciones surgieron por problemas de fertilidad sino que, para tener un hijín entre ‘nosotras’ necesitábamos un procedimiento y éste es el que decidimos más acorde) Le decíamos que cultivamos entre nosotras tanto amor, que queremos volcarlo a la crianza de un niñito. Tal vez no sería importante mencionarle los por qués dado que entendemos no prioriza por contenidos, pero si así fuera: somos responsables, trabajadoras y (dicen) buena gente. Tenemos los mismos miedos y dudas que cualquier pareja y, en igual proporción, las mismas ganas de cuidarlo, protegerlo y educarlo. Soñamos con los posibles nombres y fiestas sencillas de cumpleaños (sin souvenires y esas cosas que luego el resto tira porque prefiere otro tipo de recuerdos). Lo imaginamos rodeado de una gran familia en la cual, posiblemente, abunden más los lazos afectivos que los sanguíneos, pero familia al fin. En fin, venga tranquila, en lo posible viaje pronto, si hay que pagar refrigerios no hay problema. Si todo sale bien, seguramente, le encarguemos otro en unos años. Y, si para un fin social y demográfico sirve, traiga uno para acá en lugar de llevarlo a donde pueda sufrir.

La esperaremos atenta y pacienzudamente a partir de los próximos 15 días.

Gabi y Eli – las futuras mamás.

NOTA: la redacción de la carta es mérito de Gabi